Es un placer poder dirigirme a ustedes para hacerles partícipes de uno de los fragmentos de nuestra historia más apasionantes, por su contenido y trascendencia, y a la vez más desconocidos. A nadie se le escapa la importancia de cumplir 120 años. por lo que creemos que es el momento oportuno para acercar a los trabajadores y a la sociedad en general la historia de la celebración del 1º de Mayo en nuestro país, mediante una exposición en la que pretendemos hacer un recorrido sobre los cambios de significado que ha ido experimentado el Primero de Mayo, desde su instauración por la II Internacional, en julio de 1889, hasta nuestros días.
A la vez, mediante esta exposición queremos trasladar a la sociedad los valores que han presidido el 1º de Mayo desde sus orígenes. Y, asimismo, incitar a la reflexión sobre las dificultades que tuvieron que afrontar nuestros predecesores, tan sólo para poder manifestarse y reclamar sus derechos laborales y sociales sobre la forma en la que la ciudadanía debe afrontar los retos que le deparará el futuro más cercano. Para ello, la muestra reseña los hechos más importantes de este evento en nuestro país. así como el contexto en que se desarrollaron, necesario para comprenderlo en toda su magnitud.
Concebida como una línea circular, la narración expositiva arranca en el ámbito internacional, en los «sucesos» de Chicago de 1886, inicio de la reivindicación de la jornada laboral de 8 horas. Y termina con un mapa actual de la duración de la jornada en el mundo y el debate abierto en Europa por la directiva de Tiempo de Trabajo -conocida por «la de las 65 horas»-.
Mediante ese recorrido, será posible comprobar cómo el 1º de Mayo en España ha sufrido los avatares políticos de nuestro país: desde su instauración como Fiesta del Trabajo por el Gobierno provisional de la República -sólo ocho días después de ser proclamada-; su anulación por Franco. en plena Guerra Civil -1937- para sustituirlo por la «Fiesta de Exaltación del trabajo», celebrada todos en plena Guerra civil – 1937 – para sustituirlo por la «fiesta de exaltación del trabajo», celebrada todos los 18 de julio; la apropiación por la Iglesia, con la creación, en 1955, de la festividad de San José Artesano, por parte del Papa Pío XII -fiesta que el franquismo adoptaría rápidamente-; el exilio y la emigración, que participaría en las manifestaciones convocadas por los trabajadores de los países de acogida, con sus propias reivindicaciones patrias; hasta la Transición, donde la democracia devuelve la normalidad a la actividad sindical, prohibida durante 40 años y, por extensión, a su fiesta más emblemática, no sin tener que vencer muchas resistencias del régimen anterior.
También queremos trasladar a la sociedad lo que hay detrás de esta narración: este recorrido histórico nos recuerda las condiciones sociolaborales que empujaron a los trabajadores a organizarse y a crear sindicatos; cómo sus reivindicaciones se fortalecen y crece su capacidad de movilización y organización en torno a ideales de solidaridad y libertad; cómo la defensa de sus ideas lleva a esos hombres y mujeres a ser reprimidos y al exilio en diferentes ocasiones; cómo tuvieron que afrontar su diáspora, su reorganización y su lucha por esos valores de libertad, arrebatados por las dictaduras; para finalmente, llegar a la actualidad, donde el 1º de Mayo vuelve a convertirse en el foro en el que los trabajadores hacen públicas sus demandas e intereses.
Para componer y desarrollar ese recorrido histórico, se ha contactado con más de 30 archivos y centros documentales, nacionales y extranjeros, que poseen fondos relacionados con la memoria obrera. La documentación recopilada es de muy diverso tipo: desde las reivindicaciones que, con motivo del 1º de Mayo las asociaciones locales de trabajadores elevaban al Gobierno a comienzos de siglo – se recoge una muestra de las elevadas por los trabajadores de las provincias de Castilla – La Mancha, -hasta las grabaciones en vídeo de las manifestaciones en la Transición; pasando por discursos radiados – Adolf Hitler, Nicolás Redondo o Juan Carlos 1- periódicos – donde destaca La ilustración Española y Americana , que recrea en un grabado de la época primera manifestación de 1890 – , fotografías, panfletos y carteles. Hay que destacar que la Filmoteca Española ha telecinado para la ocasión las únicas imágenes en movimiento de la manifestación del 1º de Mayo de 1931, que encabezó el rector de la Universidad de Salamanca, D. Miguel de Unamuno.
En definitiva , nuestro deseo es ofrecer la posibilidad de adentrarse de forma sencilla en una parte poco conocida de nuestra historia. Y no para recrearnos en el pasado, sino para que al recordarla, proyectemos a la sociedad de cara al futuro esos valores de solidaridad y libertad que siempre presidieron el 1º de Mayo, a la vez que reflexionemos sobre los nuevos desafíos sociolaborales a los que se enfrentan los trabajadores. Porque esos ideales de solidaridad son los que han llevado y llevan día a día, a hombres y mujeres a luchar, a través de los sindicatos, por mejorar las condiciones de trabajo, a combatir la desigualdad, la precariedad laboral y los accidentes de trabajo, a impulsar la integración de los inmigrantes, a defender los colectivos de personas más desfavorecidos e indefensos, etc.
No quiero terminar esta introducción sin expresar nuestro placer por participar en la organización de esta exposición conjuntamente con el Gobierno de Castilla – La Mancha y la Asociación de Amigos del Archivo Histórico Provincial de Guadalajara. Y agradecer la ayuda de cuantos han prestado su colaboración para llevar a buen puerto esta muestra, y a tí, espectador, animarte a participar en la misma.