Hace 120 años que la Internacional Obrera Socialista, reunida en París, decidió establecer el día 1 de mayo como la jornada mundial para la reivindicación obrera. En aquella cita histórica estuvo presente un español: Pablo Iglesias, fundador del PSOE y de la UGT. En 1890, las dos organizaciones socialistas convocaron la primera manifestación del 1º de Mayo en nuestro país, en la que la principal reivindicación era el establecimiento de la jornada laboral de 8 horas diarias.
De los más de cien años que han pasado desde entonces, en España sólo se han podido celebrar con entera y total libertad las manifestaciones de los últimos treinta años, las del periodo de la República -con excepción de la de 1935- y algunas bajo el reinado de Alfonso XIII. Un reflejo más de nuestra particular Historia.